Necrosis celular

Cuando se ha producido lesión celular de origen exógeno o endógeno, la función o el metabolismo celular se modifica cuantitativa y/o cualitativamente (por ejemplo, degeneración celular grasa causada por déficit de oxígeno). Cuando la lesión no excede de cierto grado, puede haber la posibilidad de que se alcance una recuperación completa (restitución) o que se ajuste a una nueva situación de equilibrio (desplazamiento del valor teórico homeostático).

Al contrario, en casos de lesión celular más grave se pueden producir alteraciones irreversibles (por ejemplo, disolución de las membranas mitocondriales, desnaturalización de proteínas de proteínas, etc.) que conllevan a la muerte celular.

Cuando se produce la muerte de una parte del organismo viviente, la zona afectada o muerta es invadida rápidamente por fluidos procedentes de los tejidos vecinos y las estructuras muertas muestran alteraciones características. Las células muertas o las partes de órganos o tejidos alterados de ese modo presentan un aspecto que se designa con el nombre de necrosis. Se habla de necrosis parcial cuando solamente son necróticas las células parenquimáticas y de necrosis total cuando la necrosis alcanza a las células parenquimáticas y a las mesenquimáticas. Si el parénquima puede regenerarse, las necrosis parciales curan sin dejar efectos.

Por el contrario, en las necrosis totales el tejido original se reemplaza por tejido de granulación y se produce una cicatriz. Las causas que pueden llevar a una necrosis son la destrucción o desintegración tisular traumática, la falta de oxígeno, las infecciones por microorganismos, las intoxicaciones y las lesiones provocadas por agentes físicos (radiaciones, quemaduras). Por su consistencia, la necrosis se pueden dividir en necrosis coagulativas (solidas hasta friables) necrosis colicuativas (blandas hasta fluidas).

Formas especiales de necrosis

Bajo la denominación de infarto se conoce la necrosis provocada por oclusión vascular arterial. Si se ocluye una arteria de las extremidades se puede provocar una gangrena. Esta expresión alude al hecho que, en la autolisis del tejido necrosado, se descompone la hemoglobina y la región afectada obtiene un color pardonegruzco. Hay 2 tipos diferentes de gangrena: la gangrena seca (momificación) la cual está libre de bacterias de bacterias y gangrena húmeda (gangrena en sentido estricto) infectada por gérmenes de la putrefacción.

En la necrosis celular existe la perdida irreversible de:

Funciones metabólicas (ej. Gradiente iónico y producción de ATP)
Integridad estructural de la membrana celular.
Esta lesión de la membrana celular o citólisis es la característica de la necrosis célular y la causa de que se produzca, como respuesta a enzimas citosólicos, la respuesta inflamatoria.

Hay dos componentes principales que constituyen a la necrosis: